Pasadas las elecciones europeas, los políticos y analistas se afanan en sacar conclusiones de los resultados obtenidos por los diversos partidos. Cada uno, claro, arrima el ascua a su sardina, pero hay conclusiones difíciles de obviar que resultan claras hasta para quien no quiera verlas. En pocas palabras: caída libre del bipartidismo; ascensión de partidos extremistas (nazis, xenófobos, antieuropeos); ascensión de la izquierda plural; aparición de partidos nuevos que segmentan el voto y dan voz a opciones hasta ahora marginadas, cuando no vapuleadas, ridiculizadas o simplemente ignoradas.
No obstante la estadística, algunos (algunas) se empeñan en vendernos su "éxito arrollador" que confirmaría la "buena dirección" de sus políticas. ¿Éxito? Bueno, si se considera un éxito perder 53 parlamentarios a nivel europeo y 8 a nivel nacional... pues sí, será un éxito. ¿Ese "éxito" se puede extrapolar a una confirmación de las políticas hasta ahora realizadas? Lo dudo. Pero, claro, hay que mantener el tipo aunque nos caigan chuzos de punta, aunque una gran parte nos quite su voto y nos diga que por ahí no. Pero nada, erre que erre.
Convendría (algunos sí lo han dicho, o al menos dicen que lo han hecho) hacer examen de conciencia, suponiendo que eso (la conciencia) exista en determinados políticos/cas. Un poco de humildad y un poco de reflexión, porfa.
Mientras, y curiosamente después de las elecciones, se pasan por aquí (por España) otro grupito de los llamados "men in black" que nos siguen observando con una lupa de 4000 aumentos y nos siguen haciendo "recomendaciones". ¿Hemos aprobado el examen? Ellos dicen que sí, pero... Y a renglón seguido (y siempre después de las elecciones) "aconsejan" lo de siempre: subir el IVA, bajar los sueldos, bajar el impuesto de sociedades, dejar el IRPF como está (es decir, no bajarlo)... ¡coño! menos mal que hemos aprobado... ¡no quiero ni pensar qué hubieran "recomendado" si hubiéramos suspendido!!!
Lo de siempre: a por ellos (a por nosotros). Otra vuelta de tuerca (y no me refiero a la novela de Henry James). Insaciables tiburones navegando en las aguas turbias de esta llamémosle crisis, sedientos siempre de sangre, escualos bien adiestrados en el canibalismo, en la depredación.
Para completar el panorama, otro dato: según un estudio realizado por el INI, una de cada 4 personas está en riesgo de pobreza o de exclusión social y la pobreza infantil afecta al 31,9% de los menores de 16 años. No estamos hablando de la India o Malí... estamos hablando de España. Y, por cierto, entre las tres regiones con tasas más altas de riesgo de pobreza, está Castilla-La Mancha.
Sigamos, pues, por la senda del éxito.
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