martes, 24 de abril de 2012

PEQUEÑÍSIMA REFLEXIÓN O EL ORDEN DE LOS FACTORES SÍ ALTERA EL PRODUCTO

Ayer fue el Día del Libro.
Ya sabemos que hay días para todo: para los padres, para las focas, para la tierra, para las mujeres maltratadas, para los niños abandonados, para los árboles talados, para los enamorados despistados, para los hipermétropes, para los diabéticos, para el Polo Norte o el Polo Sur, para el Corte Inglés (casi siempre)... etc. etc.
Me pregunto: ¿Está bien que haya un día para el libro?
Me respondo: Lo que debería haber es un libro para cada día.
Pues eso.

1 comentario:

  1. de acuerdo contigo, teo, un libro para cada día, y a ser posible que nos ayude a pensar un poquito, unas veces para reflexionar , otras para disfrutar y otras para ver si en entre todos somos capaces de crear un mundo en el que no nos destrozemos unos a otros. ayer en la solana muy interesante

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