martes, 26 de agosto de 2014

PEREGRINOS CON PEDIGRÍ, VIEIRA Y GUARDAESPALDAS CAMUFLADOS TAMBIÉN DE PEREGRINOS

La señora Merkel visita España; acude como ¿peregrina? a Compostela y se declara devota del Santo en un arrebato casi místico a lo Santa Teresa (casi, casi). La señora Merkel recorre el camino de Santiago (bueno, unos centímetros de camino) flanqueada por guardaespaldas mimetizados también de peregrinos con conchas que a su vez camuflan cámaras de alta definición y capas que guarecen pistolas... por si acaso, que la cosa está muy, muy malita.
A la señora Merkel no le tiembla la voz al dar su apoyo incondicional al señor Rajoy, que para eso es discípulo aventajado y político coincidente al 100 % en  la conspicua tarea del recorte y el "continuado esfuerzo" por la instauración del mini job y los desmantelamientos varios.
Produce cierto sonrojo ver a tan ilustres peregrinos posar con el cayado y la concha de vieira, con cara de relajadas circunstancias, atuendo informal (rollo sport, pero sin llegar al look rumano del chándal y la camiseta sin mangas) y mirada al frente, conscientes de su momento feliz, responsables como son de lo que está pasando (me refiero a la recuperación, claro).
No sé si la Merkel habrá rezado en español o en alemán; no sé siquiera si será católica y creerá en santos y otras parafernalias romano-católicas (lo dudo); no sé si su fe religiosa (sea cual fuere su índole) dará para creer en milagros económicos o en milagros a secas; no sé si al abrazar al apóstol habrá pensado en la frialdad de la imagen, si  se habrá preocupado por poner carita de santa o (quién sabe) habrá musitado algún deseo para cuyo logro se necesite la intercesión divina: que se recupere la dignidad en el trabajo, por decir algo... en fin, que no sé nada.
Y después de una fatigosa jornada entre periodistas captando momentos felices, irrepetibles instantáneas cogidas al azar (controlado); después de hablar... ¿de qué habrán hablado? ¿en qué idioma lo habrán hecho?..  después del buen rollito colegui con ribeiro y percebes, llegó el momento esperado (por Rajoy): el reparto de poder: esto para ti, esto para mí; aquello para vosotros, lo demás para nosotros... etc. etc.
Si es que son como niños cambiando cromos: éste lo tengo, aquel no; te doy dos por el cráneo de vida y color... ¡Ah, qué tiempos aquellos en que la vida y el color iban de la mano!

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