martes, 29 de septiembre de 2015

DÍAS PARA TODO O LA MALA MEMORIA

Ya se sabe que hay días para conmemorar casi todo (pero todo, todo)... desde la lucha contra el cáncer hasta las carreras urbanas, por decir algo.
Ayer, día 28 de septiembre se celebró el "Día Internacional de la Transparencia". No es broma. Fue un día tan transparente que pasó inadvertido, cual diáfano cristal sumergido en la cristalina corriente de un río. No sé a quién se le ocurre la celebración de estas días, pero, en cualquier caso, si algún día es necesario, éste lo es especialmente. Me refiero a su celebración o, al menos, a su efecto recordatorio. No voy a exponer aquí lo que significa "transparencia" (políticamente hablando); pocas veces se ha hablado tanto de un concepto y pocas veces se ha incumplido tan sistemáticamente; pocas veces se ha malgastado tanta saliva, pocas veces se ha oscurecido tanto una palabra y pocas veces se ha mal utilizado. ¿Alguien, me pregunto, celebró este día? 

Paso a otra celebración: el "Día internacional del Trabajo Digno" que se celebrará el próximo 7 de octubre. Si necesario era recordar el concepto "transparencia" ¡qué decir del concepto "dignidad"!
Según la Organización Internacional del Trabajo, trabajo digno o decente es aquel trabajo productivo desarrollado en condiciones de libertad, equidad, seguridad y dignidad humana, plasmado a través del respeto de los principios de igualdad de género y de no discriminación. 
Recordar brevemente que España es el país europeo donde más ha crecido el trabajo precario (ahora  llamado mini job) sobre todo entre los jóvenes. Recordar que España es el país europeo donde más ha crecido la desigualdad y la exclusión social (en progresión geométrica). Recordar que hay millones de parados sin recibir prestación alguna. Recordar la enorme lista de parados de larga duración, prácticamente desahuciados para el mercado laboral. Recordar las condiciones leoninas de los contratos laborales (cuando los hay). Recordar los abusos de la patronal, la precariedad de los sindicatos. Recordar la Reforma Laboral que ha arrasado derechos históricos y sigue arrasando allá por donde pasa, usando como excusa  la productividad, la competitividad y una crisis que es ya histórica, profundamente injusta y antisocial.
¡A ver, si por una vez, un día internacional de algo, sirve para algo, aunque que sólo sea para agitar la poca memoria que tenemos!

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