Para que luego digan que no es verdad que la palabra es luz, que las palabras nos marcan, nos señalan, nos iluminan y hablan de nosotros, haciéndonos, construyendo nuestro/s mundo/s, marcándonos como pobres reses-seres con el estigma blanco de su magia creadora.
Dios, si existe, será palabra. Muda casi siempre. Pero palabra.
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