martes, 12 de mayo de 2015

¿HUELGA LA HUELGA?

En este país las huelgas están desaparecidas de los informativos, salvo, claro está, que la tal sea de futbolistas. Las demás huelgas poco importan y son rescoldos de una izquierda que debería estar muerta ya, pero que, inexplicablemente, aún colea un poquito, pues la sombra de Marx es alargada, aunque relegada ya a trasnochado decorado de puño en alto.
Verbigracia: el 30 de abril hubo una huelga parcial de Correos, huelga que continuará varios días de mayo. Esta huelga, que afecta a un servicio esencial para la ciudadanía, pasó inadvertida para los prime time de los telediarios de relumbrantes decorados e iluminación psicodélica, que más parecen discotecas horteras que otra cosa. ¿A quién le importaba? Parece que a muy poca gente, a juzgar por el seguimiento que hicieron los responsable de la ecuanimidad informativa.
Cambiamos ahora de huelga: los futbolistas anuncian una; ya saben: esos pobres trabajadores sobre explotados que trabajan en lamentables condiciones económicas. Bien. Pues tenemos noticias de la huelga por la mañana, por la tarde y por la noche; en el desayuno, en la comida y en la cena, como si fueran cápsulas de un antibiótico que hubiera que tomar puntualmente. Parece que el Apocalipsis se avecina; parece que el país se paralizará irremediablemente; parece que el derecho fundamental al voceo y a la crispación, puede desaparecer. ¿Es más importante el fútbol que Correos? ¿Es más importante ver a unos señores corriendo tras un balón que recibir puntualmente y con celeridad nuestra correspondencia? ¿Es más importante un absurdo juego importado que un servicio fundamental que debería ser orgullo patrio? 
"Por supuesto", dirá Manolo el del bombo (que por cierto es personaje manchego), no hay color. Este país sin fútbol no es nada; sin Correos puede pasar perfectamente, sobre todo desde el invento del Wasap. ¿Quién escribe cartas hoy? ¿Quién se molesta en coger el lápiz, el bolígrafo o lo que sea, para ponerse a reflexionar tranquilamente, sabiendo lo que dice y, sobre todo, sabiendo expresarse correctamente, sin tener que recurrir a urgentes abreviaturas que el dios que las entiende? Seamos serios: hoy Correos sólo se usa para recibir cartas del banco o multas de Tráfico, cuando no cosas peores... ¡que le den!
Pero el fútbol... eso sí que sí; eso sí que es carne de nuestra carne; colores de nuestros colores; fauna de nuestra fauna; piña de nuestra piña; tribu de nuestra tribu. ¿Deporte? No sé; deporte no sé. Pero millones... una jartá
Pobriños jugadores... si habría que protegerlos como al cernícalo o como al lince, que no son, después de todo, más que bichejos sin importancia que ni saben jugar ni ná.

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