Hace poco la revista Forbes ha publicado la lista de las personas más ricas de España. ¡Ssstupendo!
Desde mi ignorancia (yo diría que candidez), y para empezar, me pregunto para qué diablos sirve una revista que sólo trata de millonarios y sus alrededores; me pregunto también quién la leerá, aunque, claro, estas son unas preguntas bastantes tontas... Me sigo preguntando si serán/seremos los pobres quienes, por morbo o por soñar con imposibles leerán/leeremos la susodicha, algo así como hojear el Hola y sus fomosetes inalcanzables, pero en millonarios, emprendedores y empresarios forrados solamente. Me pregunto otrosí, si España va mejor (o va simplemente bien) porque haya personajes con una pasta gansa que jamás podrán gastarse aunque quieran...
¿Que vamos bien? ¡Mucho mejor que bien! Ya tenemos mogollón de millonarios que (y esto es lo bueno) hasta parecen mortales, normales y corrientes ¡quién lo diría!
España va, no bien, sino de reputa madre: ahí está Zara, Mercadona, la duquesa de Alba... etc. La pasta concentrada en unos pocos, como debe ser, que para eso son emprendedores, empresarios o contenedores de sangre azul. Como toda la vida, vaya.
Otra pregunta: si para el común mortal esta gente es casi producto del papel couché (por no decir que rozan el personaje de ciencia ficción), para ellos... ¿qué seremos los demás..? Me refiero al currito de barrio, al parado, al paria, al mileurista, al ama de casa, al simple obrero (si es que existe ahora tal concepto)?
España, repito, debe ir muy bien. Ahí están los millonarios para demostrarlo, ahí están las multinacionales. Los demás somos, me temo, subproductos inevitables de la crisis, y somos (en el mejor de los casos) necesarios para sustentar los cimientos de los palacios de invierno y de sus fastos. Pero no apurarse, aún podemos leer Forbes y soñar con paraísos fiscales donde llevar esa calderilla que nos sobra después de impuestos...
¡Deme argo señor Amancio, una cariá, por su mare, que sale usté n'los papeles!
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