ESTUPEFACCIÓN Nº 3:
De todos los programas televisivos que recorren el ozono de la madre patria, los telediarios son los menos imaginativos (que ya es decir). Naturalmente que se deben a la actualidad (a la que pretenden reflejar), pero esta actualidad se puede presentar de manera menos encorsetada, siguiendo unos esquemas menos rígidos. Eso suponiendo que lo que se muestre sea veraz e imparcial, condiciones que, evidentemente, no siempre se dan. De todas las secciones de los telediarios, hay una (que ya ha creado una especie de subgénero) que siempre me deja estupefacto: la que pretende informar sobre el tiempo. No me refiero al/la meteorólogo/ga: me refiero a esas entrevistas que se hacen preguntando a la gente sobre el calor que hace, sobre el frío o sobre cualquier otro evento meteorológico que (supuestamente) sea noticiable (y cualquier subida o bajada de temperatura ¿lo es?). Así, cuando empieza el verano, se baten records de temperaturas (naturalmente altísimas) y cuando comienza el invierno hace más frío que nunca jamás... etc. Estos y otros extremos meteóricos son refrendados por personas anónimas (que responden entre atontadas y sorprendidas), preguntadas a pie de calle, que siempre contestan con evidencias o vulgarismos a las mismas preguntas tópicas e innecesarias. Verbigracia: "¿Cómo pasa ud. el calor?" "Pues aquí, con agua, cañitas y ventilador...¡ja, ja!" O: "Hace frío, eh?" "Sí; yo iba al mercado y he tenido que volver a por una bufanda; será que estamos en enero y hace una rasca..." Pues será. ¡Viva la imaginación, la información, la meteorología y el dios Eolo!
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