Voy a decir la gran perogrullada: para saber el sentido exacto de las palabras, hay que leer el diccionario. Éste (el diccionario) nos informa con frialdad, sí, pero con precisión y objetividad absolutas. El diccionario no se casa con nadie, sus entradas, si bien se actualizan con cierta lentitud, siempre recogen el lenguaje vivo, que es como decir que recogen la vida, lo que nos hace y lo que nos dice. Sabido es que en principio fue el verbo.
Ese gran sabio que fue Borges, concebía el paraíso como una biblioteca y en ella, en lugar preeminente, figurarían los diccionarios, que él leía como quien lee una novela, una obra poética o un ensayo filosófico.
Pues bien, transcribo del DRAE, con la recurrida acción de "corta y pega". Ahí va:
democracia.
¿Queda lo suficientemente claro? Pues parece que para algunos no. No sé si porque no leen lo suficiente, porque son analfabetos, o porque les importa un carajo la Real Academia y el Pueblo soberano. País.
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