La Generalidad Valenciana premiará a los médicos que prescriban recetas de menos de 11 euros. Punto y aparte.
La medida "ahorradora" con sello valenciano (y por lo tanto español) es, no solo inmoral, sino profundamente perversa. Por varias razones:
-Porque pone, otra vez, la economía por encima de la salud.
-Porque premia a un colectivo (médicos) a cambio de perjudicar al ciudadano enfermo.
-Porque pone bajo sospecha permanente al citado colectivo, pues siempre podrá quedar la duda de que éste ha obrado por interés particular en lugar de por interés sanitario.
-Porque menosprecia el juramento hipocrático.
-Porque azuza la codicia y, por extensión, la usura.
-Porque lo que se pretende ahorrar (que repercutiría en beneficio de todos) se gastará inútilmente por otro lado, engrosando las nóminas de algunos médicos (hasta un 10% más).
-Porque agiganta el distanciamiento de clases.
-Porque "unta" a un colectivo con un gran poder, barnizándolo de casta privilegiada.
-Porque creará enfrentamientos entre los propios médicos.
-Porque cuando un paciente acuda a una consulta, no sabrá si acude a un economista o a un sanitario.
-Porque, en fin, esta medida demuestra, una vez más, que lo importante no es la salud: lo importante es lo que le costamos al Estado.
Pero eso ya lo sabían ustedes ¿o no?
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