En este país nadie ha hecho nada malo (entendamos como "malo" la oposición a "bueno", es decir: una simple taxonomía maniqueista; lo digo para curarme en salud y que no me lo reprochen luego los no-maniqueos, es decir: los "buenos" sobre todas las cosas y casos).
Decía que en este país nadie, pero NADIE, NADIE, ha hecho nada reprobable. Nadie a prevaricado; nadie ha robado; nadie ha mentido; nadie ha estafado; nadie ha engañado; nadie ha cohechado; nadie se ha corrompido; nadie ha delinquido de ninguna de las maneras; NADIE, PERO NADIE, NADIE.
País de santos, España encabeza la lista de países en vías de beatificación. Nuestro santoral es enorme, como enorme es nuestro arsenal de milagreros beatíficos, de ciudadanos ejemplares, modelos para el orbe todo, faros luminosos que alumbran una Humanidad desnortada.
¿Yo? Inocente, por supuesto. ¿Yo? Víctima de un complot. ¿Yo? Objeto de envidias y otros engaños. ¿Yo? En el punto de mira de mis enemigos. ¿Yo? Víctima de mentiras y burdas manipulaciones. ¿Yo? Que me registren, que registren mis saneadas cuentas, que hagan una auditoría (externa, interna, medio pensionista). ¿Yo? adalid de transparencia. ¿Yo? abanderado de la verdad que dije y que diré (aunque donde dije digo diga Diego; aunque de lo que dije me desdiga, desdiciendo lo dicho, pues dicho lo dicho pueda decir otro dicho más sincero aún, más verdaderamente verdadero).
¿Pero quién hace algo (malo) en este país? ¿Quién? Yo sólo veo inocentes. Inocentes por todas partes. Inocentes todos (vosotros).
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