martes, 5 de junio de 2018

PUES LO DE TODA LA VIDA

En este país aún se siguen escandalizando algunos (muchos) porque el Presidente del Gobierno (nuevo) no jura su toma de posesión; tan solo promete su cargo y lo hace, para más inri, ¡sin ningún signo religioso en/sobre/tras la mesa!: ni una Biblia, ni un crucifijo, ni una simple medallita de algún santo protector con advocación ad hoc. A estas alturas del Estado aconfesional (porque en eso estamos) esto debería ser lo más normal del mundo, pero aquí, ahora, con el lastre de siglos que España arrastra, resulta que la ausencia de crucifijos en actos oficiales aún suelta un pestazo considerable a azufre, a rojazo estalinista, a ateo indómito, a anarquista quema iglesias o mata curas o, lo que es peor, a antisistema revientabancos-quemabanderas-asaltapatrias.
La sombra de Torquemada sigue siendo alargada y aunque parezca que es tan sólo una figura de museo de cera, aún planea en el inconsciente colectivo, como planean las imágenes de aquellos próceres (de aquel prócer) caminando bajo palio hacia alguna catedral con aroma a incienso y bajo de sotana, para recibir las correspondientes bendiciones obispales; bendiciones que le guiarían por el rectísimo camino y evitarían la desviación de la católica fe, así como la ignorancia o dejación de las prebendas ganadas por algunos per sécula seculorum.
¿Cuándo entenderemos que la fe, que la religión, la Iglesia (católica en esta caso) es/son  una cosa y  que la política, las instituciones oficiales, las que nos representan a todos, son otra, otras?
El Poder, con mayúsculas, siempre ha estado ligado (y me temo que aún lo está) a la religión, como lo está (por definición) a la política y es cosa sabida que siempre han caminado de la mano, usando sus respectivos mensajes para fines de control, adoctrinamiento y represión. Ahora a esto se le llama sinergia; antes se llamaba "lo de toda la vida". ¡Como si pudiera haber otras cosas, otras opciones! ¡En qué cabeza cabe! Desde luego en ninguna tocada por corona, tiara o afán de poder omnímodo.


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