En esta sociedad pautada en la que vivimos, todo está previsto: desde la multa que pagaremos por ir un kilómetro más deprisa de lo que indica la señal, hasta la edad en la que podremos jubilarnos... por decir algo. En estas pautas, en estos senderos que nos marcan, las vacaciones suponen un hito más, una práctica social más.
Vivimos (los que trabajen) todo el año más o menos agobiados por el trabajo, pensando en ese mes en el que poder escapar hacia playas abarrotadas, hacia países exóticos (eso sí, con estancia programada), hacia cabañas perdidas (pero con GPS, por si las moscas). La gente que habita grandes urbes sale despavorida, en procesión kilométrica, hacia mares, montes y monumentos, pasando de soportar atascos en calles a soportar atascos en carreteras y luego en playas, museos y "espacios protegidos" (de todo menos de turistas). Hay overbooking en hoteles, líneas aéreas, líneas de playa, restaurantes, trenes, gasolineras y pueblos con vaquillas sueltas y toros embolados; las visitas a exposiciones son un martirio, y es cosa de tremenda habilidad tratar de vislumbrar las obras expuestas por encima de hombros ajenos y gorras con "LOVE NY" serigrafiado; los menús del día languidecen en platos recalentados y los tintos de verano exhiben su rojo aguado por cubitos de hielo macizo (para que ocupen más)... Yo creo que algo estamos haciendo mal, me temo.
A pesar de todo, las "merecidas vacaciones" (para algunos) son cosa ansiada, necesaria y que da, socialmente, cierto marchamo de qualité... A la pregunta, inexcusable, de "¿dónde has ido de vacaciones?" (no se da la opción de "no he ido a ningún sitio"), hay que responder sí o sí, poniendo cara de "han sido muy cortas..." para luego entrar en prolijos detalles de paisajes, comidas y paisanajes, cuanto más lejanos, mejor; cuanto más caros, mejor. Lo malo (si lo hubo), se olvida; lo bueno (si lo hubo), se magnifica. Así somos ¡qué le vamos a hacer!
Mientras, según Eurostat, un 40,3% de españoles (cifra cercana a la mitad de la población) no puede pagarse una sola semana de vacaciones fuera de su lugar de residencia... y según informes del INE, recabando datos de 2015, uno de cada cinco españoles vive en el umbral de la pobreza y el 38,1 % de los hogares no tiene capacidad para afrontar gastos imprevistos.
Y termino con una noticia de hoy: el Consejo de Ministros de este viernes no prorrogará el plan PREPARA de ayuda para parados sin ningún tipo de prestación.
¿Dónde habrán pasado las vacaciones? Los señores ministros, digo.
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