miércoles, 27 de febrero de 2013

MERIDIANA CLARIDAD (ESTUPEFACCIÓN Nº 30)

...pues iba yo, en diferido, por la calle, cuando me dije: "no, si al final, será verdad". Así que hice un simulacro y miré, también en diferido, para ver si  desde (como sabe), desde la mirada... ya sabe. Pero no, no. No todo es tan fácil. Yo lo único que quería (posiblemente) era ser honrado, transparente, por eso lo del diferido, con resonancias quijotescas, claro. Para que luego digan los otros que no, si en realidad es que sí, ya lo digo, desde ahora: sí, que quede claro, por supuesto, como siempre digo y como siempre ustedes (¿o he dicho usted?) comprenden. Por el bien general, lo digo, pues mi razón es a su razón como las razones que comprendo. Es decir: la razón de la sinrazón que a mi razón se hace, de tal manera mi razón enflaquece, que con razón me quejo de la vuestra fermosura (afirmo). Para que luego, claro, digan (en diferido) que difiero de mí. ¡Viva la diferencia, pues! ¿Queda claro?

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