¿MEJORES?
Se dijo en su momento que
saldríamos mejores después del Covid. Seré pesimista (seguro), pero yo creo que
no; es más: saldremos peores.
Que el ser humano sea
capaz de lo mejor y lo peor en los momentos difíciles es cosa probada; que
ahora proliferen tantísimo las actitudes estúpidas, irresponsables, zafias o
simplemente delictivas, no deja, empero, de sorprenderme, cuando no de dejarme
literalmente estupefacto.
Reuniones con el único fin
de propagar más la pandemia (¡!), por ejemplo; toser en los vasos de los bares
para contagiar a propósito a la gente; enfrentarse violentamente a quienes
recriminan o advierten del no uso de las mascarillas; tirar esas mascarillas, guantes,
compresas… etc. en un desquicie de mierda que amenaza con hacernos desechos a
nosotros mismos…
¿Hay quién dé más?
Se puede comprender casi
todo, lo que no se puede comprender es la violencia gratuita y la estupidez
sistemática, malévola, prepotente y descerebrada. ¿Quiénes somos, en qué
sociedad vivimos? Y no digo “a dónde vamos”, porque eso lo barrunto con
bastante claridad.
Carpe
diem,
mientras tanto. Esperar relajados a que nos pille el virus o la estulticia
apabullante (que no sé qué es peor). Sólo nos salvará el compromiso personal,
el arte y la cultura. Lo demás es ruido, reggaetón, automóviles tuneados,
camisetas de Messi… y un “Sálvese quien pueda; que os den a todos, que yo con
mi birrita ando tan de puta madre, tío. No te jode el puto viejo…”
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