domingo, 1 de mayo de 2016

1 DE MAYO: DOS CELEBRACIONES, (SÍ, DOS)

Desde marzo no he vuelto a tocar las entradas de este modesto blog, superado en parte por los acontecimientos políticos de este nuestro país y superado también por la abulia que me producen los mismos, por no decir la rabia y la desidia, cosas ambas cercanas al pasotismo (padre éste de la ignorancia tranquilizadora y de la asepsia quirúrgica), tan aprovechado  por los que votamos y no botamos.
En fin, como quiera que sea, retomo mis reflexiones siquiera sea porque hoy es 1 de mayo. Sí: día de la Madre... pero también (¡ay!) Día Internacional de los Trabajadores o, simplemente, Día del Trabajo. ¿Alguien lo recuerda?
Inmersos en la avalancha de regalos (muy merecidos, por otra parte) maternales, convenientemente envueltos en anuncios edulcorados por las multinacionales del buen olor y la piel tersa, se nos pasan otras celebraciones menos emotivas, con menos abrazos y menos música de cuerdas en sordina. Item más: hay quien cree que ya no son necesarias, que son cosa del pasado, porque ya no hay obreros (eso es un fósil comunista, una antigualla de vitrina): ahora sólo hay asalariados; especialistas con máster y estudios superiores; bilingües que hacen turismo por Europa a la par que amplían sus experiencias limpiando platos; becarios que enriquecen su currículum por dos perras a la hora (y gracias)... la clase media al poder. 
Ya no hay desarrapados trabajando 12 horas; ya no hay gente subcontratada con el miedo en el cuerpo por perder la mierda que le toca tragar a diario; ya no hay salarios de risa (o de llanto; según quién lo mire); ya no hay por lo que luchar; ya no hay por lo que manifestarse ni en lo que creer, porque todo está atado y buen atado; todo está envuelto en ámbar de lo que queremos creer, porque es más cómodo, más sencillo y además... ¡es tan moderno, tan, tan..!
Ahora, cuando la ola de estulticia de nuestros políticos lo arrasa con todo, inundándonos con toneladas de lodo corrupto; ahora, cuando los que siempre tuvieron, tienen más que nunca; ahora, cuando la miseria se expande en forma de contrato-basura y la pobreza se disfraza con estadística políticamente correcta; ahora, cuando la cultura es ya propiedad del show en directo; ahora, los paraísos no son artificiales, sino tangibles y fiscales... y no se ha expulsado a Eva o Adán: se les ha acogido a cambio de una cuenta opaca, después de morder la manzana hasta el corazón mismo del gusano que llevaba dentro; ahora...
¿Para qué seguir?
Madre no hay más que una y hoy es (nos dicen) su día. Mi recuerdo para ellas;llevemos en nuestro corazón, el suyo. Para siempre. 
Y no seamos tan ligeros de memoria.

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