viernes, 6 de diciembre de 2013

SMILE, BY HAPPY

Sonreír es bueno, se mueven 17 músculos y se liberan endorfinas , esos neurotransmisores opiáceos que nos dan píldoras de felicidad. Pero el hecho de sonreír también tiene otra lectura (como casi todas las cosas): la sonrisa no siempre aflora de una manera inocente, como muestra de bienestar. La sonrisa también puede ser indicio de traición, de venganza o de hipocresía. Es cosa demostrada la relación directa entre ésta (la hipocresía) y la sonrisa, que pasa a ser aviesa, cruel. Demuestra entonces la sonrisa las intenciones oscuras, secretas, de quien sonríe. La persona astuta y ladina, sonríe de medio lado y mira de reojo mientras prepara sus pérfidos planes con quién sabe qué propósitos...
¿Por qué digo todo esto?
Bueno, no sé si han reparado en las sonrisas de ciertos ministros (primer plano en los telediarios), en las sonrisas de  políticos de cualquier escala, de cualquier autonomía, de cualquier condición... ¡Dan un miedo que te cagas!
Uno escucha estupefacto ciertas afirmaciones (sólo eso: afirmaciones), ciertos asertos, ciertas interpretaciones sesgadas, ciertas declaraciones (que son siempre de principios)... y ve el rostro impávido del personaje de turno demudarse levemente hacia la sonrisa... hipócrita cuando no malévola. 
¿Cómo se pueden hacer afirmaciones como "los salarios en España no han bajado últimamente" o  "se está creando empleo gracias a la Reforma Laboral" o "gracias a nuestra política el paro está descendiendo" o "creemos en la sanidad pública y gratuita"... por poner sólo unas perlas. ¿Cómo se pueden hacer afirmaciones que van en sentido contrario a la realidad, y hacerlas con la sonrisa en la boca?
Podría hacer una lista de sonrisas que dan miedo, cuando no producen mala leche. Pondría en primer lugar al ministro Montoro, pero ¡cómo olvidar  a  Fátima Báñez o la señora Cospedal! Cuando sonríen se me hiela sangre. No sé si temblar, salir corriendo o sonreír yo también, pero de pena (aunque parezca un contrasentido). Poniéndole un mucho de fe, también se podría pensar que estas sonrisas son cándidas, cuando no beatíficas... entonces serían como la sonrisa del bobo, del inocente de baba, del ignorante. No sé, la verdad qué sería peor.
Mientras, smile, be happy, que diría la canción.

No hay comentarios:

Publicar un comentario