lunes, 29 de julio de 2013

CRISIS... WHAT CRISIS? (UN MUNDO FELIZ)

Me acerco a una terraza veraniega para tomar una cerveza (cervecita como se dice, así en diminutivo, no sé por qué). La mencionada terraza está a tope. La gente come y bebe con verdadero afán y las mesas se llenan de servilletas usadas y de platos rebosantes de tapas. Viendo este panorama, del que yo también formo ya parte, uno piensa si será verdad lo de la crisis. Los bares están llenos (aparentemente); en las terrazas se escuchan risas y conversaciones intrascendentes (aparentemente); los coches de alta gama se aparcan con descaro; los bronceados resaltan sobre las camisas blancas, inmaculadas; los teléfonos móviles y otros dispositivos afines echan chispas en su afán comunicador?, tiñendo los rostros de pálida luz azulada; los partidos de fútbol se suceden como clonados desde los plasmas...
Crisis... ¿qué crisis? ¿Dónde están esos parados, esas personas que no llegan a fin de mes; dónde esos desahuciados, esos nuevos pobres?  Qué lejos parecen quedar las colas del paro, los comedores sociales, las manifestaciones de indignados, los palos de la  policía, los recortes sanitarios, los trabajos precarios, los despidos masivos, las fortunas evaporadas en paraísos inmunes...
Todo está en calma, todo el mundo es feliz, todo el mundo ríe y come y bebe y planea sus vacaciones y cuenta su última aventura en la piscina y habla maravillas de ese hotel a pie de playa...  De vez en cuando, es verdad, llega hasta nuestros oídos algún comentario sobre algún despido, sobre la desesperación, sobre la frustración... pero acude la camarera contratada a media jornada por un salario mínimo y su sonrisa deshace involuntariamente el mal agüero que por un momento nos hizo reflexionar.
En fin, me aplico a la cerveza: en la tele aparece Cospedal: no sabe nada, todo es mentira, no le consta, todo falacias. En la tele aparece Griñán: todo es mentira, no sabe nada, todo falacias. En la tele aparece Bárcenas: todo es verdad, pero era un mandado, era lo normal. En la tele aparece Urdangarín: no sabe nada, lo hacía de buena fe, él no estuvo allí,  su vida es suya... y sigue empalmado. En la tele aparece Rajoy: compadecerá, padecerá, parecerá... 
Y mientras, en este mundo feliz, todo, sí, todo parece seguir igual ¿Pero quién dijo crisis?  

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