viernes, 9 de noviembre de 2012

VISITA AL ORÁCULO

Pregunta a la Sibila qué será de su vida. La Sibila le mira con mirada imperturbable, con  mirada de mármol. No sabe qué contestar, por primera vez no sabe qué contestar. Los dioses están callados. La Sibila sólo sabe transmitir lo que le dicen los dioses. ¿Por qué callan (los dioses) por qué su silencio? Ella sigue, impasible y muda, mirando al mortal que pregunta; luego, con gesto solemne, levanta el dedo índice de su mano derecha y apunta con él a las nubes. Nada más. El humano queda pensativo y satisfecho. ¡Sí, dice, los dioses han hablado! Y se queda bobo, mirando las nubes que pasan dejando sobre la tierra sombras confusas. Sólo sombras.  

No hay comentarios:

Publicar un comentario