sábado, 15 de diciembre de 2012

EL AMIGO INVISIBLE

De los actos tontos que se hacen por estas fechas, uno se lleva la palma: El amigo invisible. Consiste éste (¿lo tendré que explicar?) en regalar a alguien algo que cueste poco o nada (si nos deshacemos de algún objeto molesto, inútil o, simplemente horrible). El truco está en que no se sabe a quién irá a parar el susodicho regalo, dado que el sorteo se hace mediante anónimos números que a nadie, supuestamente,  identifican.
Bueno, pues eso. Que después de la cena copiosa toca la apertura de regalos. Y allí comienza la danza de sorpresas, sonrisas y estupefacciones. Por no decir de cabreos. ¿Pues no he hecho yo un regalo de 5 euros y me toca una birria china de dos euros o menos? ¿Pues no he comprado un abrecartas tan elegante y me toca esta mierda hortera made in Taiwán con luz histérica..? ¡Ahora va y le toca a esa amargada la figurita que quedaría tan mona en mi televisión..!etc. etc.
A lo peor la vida en un gran amigo invisible: nos da regalos que no queremos, incluso que odiamos u odiaremos; y, sin embargo, lo que queremos de verdad siempre se lo lleva otro.
A lo peor tenemos encima otro Gran Hermano Invisible (que no amigo) que nos reparte regalos que ya hemos pagado con creces para después enviarnos a los Grandes Hermanos del Traje Negro para que nos los arrebaten diciéndonos que hemos vivido por encima de nuestras posibilidades.
La jugada perfecta: te doy lo que has pagado y luego te lo quito; me quedo con él y te cobro por los gastos de traspaso. Luego haré un banco malo en el que meteré lo que no me guste y te volveré a vender lo que te quité.

No hay comentarios:

Publicar un comentario