lunes, 7 de mayo de 2012

GRITAR

Hace unos días se subastó El Grito, una de las cuatro versiones que Munch pintó, por 120 millones de dólares. Me pregunto si un cuadro (sea el que sea) puede costar tal cantidad. No dudo del valor del Arte, sí de su coste. Como todo, el Arte se mueve en mercados manejados por intereses millonarios: no importa qué se venda, con tal de que se venda muy bien, con tal de que la mercancía vendida sea accesible sólo para una minoría que lo es, entre otras cosas, porque es capaz de pagar lo que sea para distinguirse así del resto de los mortales.
El Arte es necesario, imprescindible. El mercado de Arte sólo lo es para los mercaderes, para los parásitos que crecen como hongos sobre las obras paridas por los artistas.
No voy a pretender arrojar una poca luz sobre este tema. Soy demasiado pequeño para eso. Sólo soy un artista pobre y, quizá por ello, me indigna tanto mamoneo de lujo. El Arte debe ser obrero, cotidiano, accesible, necesario; debe mejorar la vida y dejar de ser algo que se guarda en cajas acorazadas. El Arte debe ser tan diario como el pan y como éste, debería ser materia de primera necesidad. Si Munch levantase la cabeza posiblemente  gritaría más que su personaje. Pero... ¿gritaría de alegría o de rabia? Yo, desde luego, lo hago de indignación. ¡Ahhhhhhhhhh!!!!

1 comentario:

  1. Y lo peor de todo es que la mayoría de los artistas, a lo largo de su vida pasaron muchas penalidades para intentar vender su arte, incluso hambre, como Vincent Van gogh, para que luego vendan su famoso cuadro LOS GIRASOLES, a un precio millonario. En fin, una vergüenza.

    ResponderEliminar